Iván Calvo, un niño zaragozano, entre la élite mundial del cálculo mental
Tan solo cinco minutos le ha costado a Iván Calvo, de 11 años, resolver con su mente y un ábaco 70 operaciones aritméticas, entre las que había potencias, multiplicaciones de varias cifras y raíces cuadradas del más alto nivel. Una proeza que ha llevado a este aragonés a alzarse con el segundo puesto de la máxima categoría, nivel 10, del mundial de cálculo, que se ha celebrado hoy en Moscú (Rusia) y en el que han participado 600 niños de hasta 16 países diferentes. Pequeños de entre 5 y 13 años que son alumnos del programa educativo ‘Aloha mental arithmetic’ que se imparte en todo el mundo y que entrena capacidades intelectuales.
«Le ha dado tiempo hasta a repasar. Ha sido increíble», se ha mostrado orgullosa Marta Varela, su profesora del centro de Sagasta y directora de Aloha Aragón. Son poco más de cuatro segundos para cada operación.
Fue ella la que animó a los padres de Iván a participar en este certamen después de llevarse el campeonato de Aragón de cálculo en el nivel 9 (los niveles van del 1 al 10). «En principio no pensaban llevarlo, pero yo creía que Iván tenía que estar allí», ha destacado. En esta aventura le han acompañado la también aragonesa, Paula Grima, de tan solo 7 años, y una treintena de niños de otras comunidades, algunos también ganadores en diferentes categorías.
Para resolver estas 70 operaciones, Iván solo contó con su mente y un ábaco. Hace unos días este pequeño reconocía a este periódico que tras estos cinco años en el programa matemático ha aprendido varios trucos. «Me imagino el ábaco en la cabeza», señalaba entonces Iván, que aseguraba que aunque todavía le quedan unos años por decidir a qué quiere dedicarse tenía claro que será algo dedicado con las matemáticas.
Un instrumento con historia
En estos momentos, hay 500 centros escolares en España que colaboran con el método Aloha mental arithmetic y numerosas academias distribuidas por el país. Además, más de 30 países de los cinco continentes aplican esta metodología. Existen diversos estudios científicos que demuestran los beneficios del cálculo con ábaco en el cerebro de los niños. Este es el instrumento de cálculo más antiguo que se conoce. Gracias a él los niños aprenden a calcular como si de un juego de fichas se tratara: sumas, restas, multiplicaciones, divisiones, raíces cuadradas, potencias, operaciones combinadas…
Los que defienden este método aconsejan enseñarlo a niños de entre 5 y 13 años porque aseguran que «es uno de los periodos en los que el cerebro presenta mayor plasticidad cerebral, ya que es el momento en el que se definen las conexiones».
Fuente: www.heraldo.es