Con lo que se gastan las empresas en horas extra, se podría contratar a más de 100.000 trabajadores

En España está muy extendido el uso de las horas extraordinarias. Tan sólo el año pasado se hicieron en torno a 147 millones de horas extra remuneradas. Estas horas extra tuvieron un coste para las empresas 3.113 millones.

Pero, ¿qué sucedería si en lugar de recurrir a las horas extraordinarias, las compañías decidieran contratar más personal? Según un análisis de Randstad, el año pasado se hubiera podido contratar a 101.850 empleados durante un año abonándoles el salario medio: 86.572 trabajarían a jornada completa y 15.278 a tiempo parcial.

Para obtener estos resultados, el grupo de Recursos Humanos ha analizado los datos que proporciona la Encuesta de Costes Laborales del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la evolución de las horas extra remuneradas de los ocupados y el coste laboral para las compañías, que está en torno a 17 y 28 euros en función de la región donde desarrollan su actividad.

La cifra del año pasado es la más elevada de la década, sólo superada por los 3.691 millones de 2008. En total, el coste acumulado por las empresas en esta materia en los últimos 10 años roza los 28.000 millones de euros.

Para el director de Relaciones Institucionales de Randstad, Luis Pérez, las horas extraordinarias «son una herramienta» a la que recurren las empresas «para adecuar los niveles de producción a un incremento puntual del volumen de trabajo, y con ello satisfacer las necesidades en un momento concreto». Sin embargo, matiza, «la utilización excesiva de este mecanismo provoca un descenso en la productividad de los empleados», así como «otros problemas derivados de la sobrecarga de trabajo», tales como incrementos en la tasa de siniestralidad.

Por eso, considera que como alternativa a las horas extra, las empresas deberían decantarse por la utilización de contratos temporales o a tiempo parcial.

Ahora bien, desde los sindicatos advierten del peligro de la contratación a tiempo parcial fraudulenta. Aunque la ley establece que un contrato de estas características es aquel en el que se acuerda la prestación de servicios durante un número de horas al día, a la semana, al mes o al año que debe ser inferior a la jornada de un trabajador a tiempo completo; lo cierto es que algunos empresarios para ahorrar costes deciden hacer un contrato a tiempo parcial aunque el trabajador termina trabajando a tiempo completo.

De esta manera, cotizan menos por él, y a excepción de que haya una inspección de trabajo o una denuncia, el fraude no saldría a la luz porque el trabajador estaría protegido de cara, por ejemplo, a un accidente de trabajo.

Por eso, desde las organizaciones sindicales exigen un registro obligatorio de la jornada diaria de cada trabajar con su horario de entrada y salida que permita detectar irregularidades y abusos, para que los trabajadores cobren las horas extraordinarias que hagan (ya sea en tiempo libre en tiempo o mediante una remuneración económica) y se acabe, al mismo tiempo, con el extendido fraude en la contratación a tiempo parcial.

Fuente: www.elmundo.es

 

 

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