La duración media de los contratos de trabajo es de 49 días, lejos de los 72 días de antes de la crisis.
Aunque la recuperación del mercado laboral es un hecho, al menos en cantidad -la Seguridad Social cerró 2017 con un aumento medio de 611.146 afiliados-; no se puede decir lo mismo, sin embargo, de la calidad del empleo. Aún hay demasiados puestos de trabajo precarios y con bajos salarios.
De hecho, un 37,3% de los más de dos millones de contratos firmados el pasado mes de julio (2.086.655) tuvo una duración igual o inferior a un mes, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) sobre contrataciones. Es decir, cuatro de cada 10. En total: 779. 679 contratos.
Pero un 24,7% (515.220) tuvo una duración aún más corta: una semana o incluso menos. Por su parte, 91.664 contratos (el 4,4%) presentaban una duración de entre una semana y 15 días, mientras que 172.795 (8,8%) tenían una duración de entre 15 días y un mes.
Aunque en un principio podría pensarse que la corta duración se explica debido a que muchas contrataciones este mes se vinculan a la campaña de verano, los datos estadísticos lo desmienten.
El número de contratos con una duración inferior o igual a un mes apenas varía a lo largo de los distintos meses del año. Por ejemplo, en enero este porcentaje se situaba en el 37,1%; en febrero era del 35,4%. En marzo, coincidiendo con la Semana Santa, subía hasta el 38%; un porcentaje que se mantenía apenas sin cambios en abril (38,3%); se incrementaba en mayo hasta el 40%; en junio bajaba al 37,5% hasta situarse en 37,3% en el séptimo mes del año.
Volviendo a los registros de julio, en ese mes se inscribieron 314.417 contratos (un 15,1%) con una duración de entre uno y tres meses; 117.048 (5,6%), de entre tres y seis meses; 27.213 (1,3%), entre seis y 12 meses, y sólo 7.255 contemplaban una duración superior al año (apenas un 0,3% del total).
Por lo que respecta a los contratos de carácter indefinido, en julio se firmaron 190.151, esto es, sólo un 9,11% de los contratos que se suscribieron en julio fueron fijos. El resto (90,9%) fueron temporales.
No obstante, el incremento de la contratación indefinida en el mes de julio (con 38.153 contratos fijos más que en el mismo mes del año anterior) ha sido la mayor subida de toda la serie histórica. En cuanto al resto de contratos, 1.877.869 fueron temporales y 18.635, formativos. En total, sumando todos los tipología de contratos, la duración media alcanzó los 49,8 días, una cifra muy similar a la del año pasado, que fue de 49,45 días.
Estos datos demuestran que la buena marcha del mercado laboral no se está todavía dejando sentir en la duración de los contratos. De hecho, estamos muy lejos de las cifras que se manejaban antes de que estallara la crisis, en torno a 72 días. A partir de 2008 se observa un continuado descenso de la duración de los contratos hasta 2014 cuando comienza a recuperarse tímidamente hasta cifras como las que manejamos en estos momentos.
Fuente: www.elmundo.es