Estas son las carreras más disputadas en la universidad española

La tradicional cuenta atrás estudiantil ha comenzado. En los próximos días, unos 290.000 alumnos que han concluido el bachillerato se enfrentarán a la EVAU (antigua Selectividad) para medir sus posibilidades en su futuro universitario inmediato. Generalmente, aprueban 9 de cada 10 presentados pero no siempre consiguen la nota exigida para elegir la carrera que desean.  Las comunidades más madrugadoras inician esta nueva ronda de pruebas preuniversitarias el 3 de junio y finalizarán, en las regiones más tardías, alrededor del 14 de ese mes.

Las dobles titulaciones son muy demandadas por los nuevos alumnos. Entrar en el doble grado de Físicas y Matemáticas es un reto casi imposible, no solo en la Universidad Complutense — que pidió un 13,773 sobre 14 el pasado curso—, sino en los otros ocho campus públicos que la ofertan. Ahora se gradúa la tercera promoción en Madrid y desde hace cinco cursos, año tras año repite como el grado más demandado de España una vez superada la EVAU. Lejos de estancarse, la calificación requerida es cada vez más exigente. En 2018 se requirió más de un 13 en la Autónoma de Barcelona, en Granada, Santiago, Sevilla, Barcelona, Valladolid. Y algo menos en Oviedo (12,15) y Cantabria (12,62). Las matemáticas están en auge.

«Son grados con mucha demanda y poca oferta. Y a eso se une un gran tirón social y una alta empleabilidad», resume Isabel Gutiérrez, vicerrectora de la Carlos III. Matemáticas y Físicas y los dobles grados, que en su universidad combinan Estudios Internacionales con Administración y Dirección de Empresas (ADE) o Derecho y Ciencias Políticas, son los más estudios con una nota de corte más alta.

Desde hace una década, los campus diseñan titulaciones que se acercan más a la demanda de las empresas, pero también se intenta que los alumnos adquieran una base de conocimientos sólida. A la cabeza de estos nuevos títulos están los dobles grados, que suman áreas con nexos en común y permiten, con un curso más, lograr dos diplomas. Los alumnos tienen al menos una asignatura más al trimestre y una parte importante de las materias se convalidan. Las hay de todas las clases. La Autónoma de Madrid ofrece Lenguas Modernas, Cultura y Comunicación (nota de corte 10,69); en A Coruña se puede estudiar Biología y Química (9,53); en Alicante, Derecho y Criminología (10,83); o en Barcelona, Farmacia y Nutrición Humana y Dietética.

Son solo algunos ejemplos. El siguiente paso será una formación más a la carta, abierta, en la que el estudiante pueda elegir asignaturas muy dispares, como ocurre en Estados Unidos. La complejidad administrativa ralentiza que se implante.

La Complutense inauguró el grado de Físicas y Matemáticas en 2011 y después se han sumado otros campus. En 2017, el 60% de aquella primera promoción de 25 alumnos logró graduarse. Hay quien se lo tomó con más calma, pero la tasa de rendimiento es imbatible, aprueban de media el 92% de los créditos matriculados. Cada grado son 240 créditos y ellos, en el doble grado, cursan 360 en total, porque les convalidan 120.

Simultanear dos carreras es bastante difícil. Es gente con una especial habilidad», sostiene el decano de Matemáticas de la Complutense, Antonio Bru. Una de las primeras iniciativas que ha puesto en marcha es reunir a los alumnos de los dobles grados —con pocos matriculados— con los de los grados ordinarios. «Estos estudiantes tienen que ver otras cosas. No estar aislados en la cafetería, siempre juntos. Y no se les puede tratar de forma diferente, porque entonces ellos se creen lo que no son y los profesores también», continúa Bru. Reconoce que algunos docentes exigían a los alumnos del doble grado más nivel que al resto de universitarios. «Parecían asignaturas casi distintas y no son dioses», afirmaba el decano.

La empleabilidad es del 100%, pero los alumnos aconsejan no ingresar en el doble grado con ese objetivo porque los contenidos son muy abstractos y puede resultar muy frustrante si no les gusta.

Tradicionalmente la Carlos III es el campus español con una nota media de ingreso más alta: un 7 es lo mínimo que se exige para entrar en esta universidad, cuando el 5 es la nota inferior en general. Su carrera de Estudios Internacionales ocupa el poco espacio que deja Físicas y Matemáticas en el top. Este grado, pese a su corta vida, tiene mucho tirón, entre otros motivos porque es en inglés, la lengua franca internacional. En la Rey Juan Carlos se pide también más de un 12 para cursarla con Protocolo, Periodismo o Economía. «No todas las universidades imparten Relaciones Internacionales y además se suma al gran atractivo que hay pocas plazas. Tiene un interés social y de futuro», opina Isabel Gutiérrez, vicerrectora de Estudios de la Carlos III. En su grado de Estudios Internacionales y Derecho hay 40 plazas y optan unas 200 personas.

«Nuestro grado de Estudios Internacionales tiene mucho de Derecho, Economía y Sociología. Es un grado más interdisciplinal que el de Relaciones Internacionales, más enfocado en la política, la diplomacia y el derecho», prosigue la vicerrectora. El campus no se plantea aumentar las plazas: «Eso supondría que diese clase un profesorado menos cualificado y no queremos».

Fuente: www.elpais.com

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