El 82,5% de los alumnos que termina una FP dual logra un trabajo antes del primer año
La Formación Profesional (FP) es, a día de hoy, la enseñanza que ofrece una mayor y más rápida inserción laboral en Aragón. Y, dentro de toda su oferta, los ciclos superiores duales –aumenta la relación entre el centro de trabajo y de estudios y el alumno hace al menos 450 horas de trabajo remuneradas– son la joya de la corona. Así se desprende de los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación y FP, que muestran que el 82,5% de los jóvenes que cursan estos estudios están trabajando solo un año después. Son cifras muy superiores a las de la media nacional (64,9%) y también se encuentran por encima de aquellos que se titulan en una FP superior al uso (53,7%) –el tiempo en la compañía se reduce a 370 horas–.
“En las empresas, necesitamos ocho titulados en FP por cada diez empleados que tenemos”, explicó recientemente Miguel Marzo, presidente de CEOE Aragón. Para ello, la FP dual proporciona una mayor relación entre el instituto y el centro de trabajo. “Es la manera de que las empresas podamos seleccionar a los alumnos y les podamos aportar experiencia profesional. Para muchas pymes y microempresas supone una vía para el relevo generacional”, detalló María José Lorente, presidenta de Cepyme. De hecho, la apuesta de ambas organizaciones empresariales va en la línea de la impulsada por la cartera que dirige la aragonesa Pilar Alegría, que recientemente aprobó la nueva ley de FP, todavía pendiente del desarrollo normativo.
Lorente recordó que la apuesta por la FP dual “suena muy bien”, pero las pequeñas empresas y los autónomos tienen “muchas dificultades para acceder”, debido a la “falta de recursos o la disponibilidad de un tutor”. “Debería ser todo más flexible”, animó en referencia al futuro desarrollo normativo.
El nuevo modelo de FP se basa en que todos los ciclos sean duales. Los matriculados en la dual general deberán estar entre un 25% y un 35% de su formación en la empresa y ésta asumirá hasta el 20% de los contenidos, aunque no se generará una relación contractual. La segunda implicará estar más del 35% del tiempo en la empresa, que asume un mínimo del 30% de los resultados de aprendizaje. El estudiante contará con un contrato de formación. Recientemente, Alegría anunció la intención de que estos jóvenes estén inscritos en la Seguridad Social.
Más allá de la FP dual, los ciclos formativos comunes, que son los mayoritarios en la Comunidad, cuentan en estos momentos con una empleabilidad superior a la de un grado universitario, según los últimos datos disponibles en el Ministerio de Educación. El 23,1% de los aragoneses que cursan un ciclo superior tienen un empleo antes de terminar la formación. Esta cifra asciende al 53,7% el primer año, cuando otro 28,6% decide seguir formándose. La mayoría optan por una carrera universitaria (17,3%) y un 10,2% por otro grado superior. Por su parte, el 46,68% de los jóvenes que estudian un grado universitario tienen empleo al año de acabar y el porcentaje crece hasta el 63,98% en el caso de los másteres.
Los ciclos medios, aunque con menos salidas profesionales, también cuentan con una alta empleabilidad. Antes de acabar, el 15,6% ya tiene trabajo y al año lo ha conseguido un 40,3%.
Necesidades sin cubrir
La falta de profesionales especializados, apuntó Marzo, es uno de los problemas más latentes en la Comunidad. “Falta de todo”, insistió, al tiempo que avanzó otro problema: “Hay perfiles que necesitamos pero que todavía no tienen ni nombre, y mucho menos un itinerario formativo. Tenemos que ser más rápidos”. Faltan, también, fontaneros, electricistas, fresadores y especialistas del ámbito de la ciencia y de la biotecnología. “Incluso perfiles no tan cualificados como camareros. Mucha gente no está dispuesta a trabajar por trabajar sino que quiere elegir el trabajo y el sitio”, apuntó Lorente, quien señaló que hay que hacer la FP más atractiva para los alumnos, pero también para las familias.
Fuente: www.heraldo.es