¿Cómo podemos detectar plagios en los textos, trabajos universitarios o máster?

El martes por la tarde, la ministra de Sanidad Carmen Montón dimitía tras los escándalos alrededor de su máster. No habían pasado 48 horas desde que la ministra enseñara —y se negara a entregar— a los medios su trabajo final (TFM) cuando La Sexta sacó en exclusiva evidencias de plagio del documento,lo que precipitó su renuncia. Montón no es la primera en poner en práctica esta mala costumbre. La copia de trabajos ajenos ha existido durante siglos, aunque con la llegada de internet, el ‘corta y pega’ se ha convertido en un recurso sencillo para quien busca llenar algunas páginas con rapidez.

En la actualidad el plagio, además de constituir un delito, implica un riesgo agregado, pues con las nuevas tecnologías su detección también se ha agilizado enormemente. Internet pone a disposición del usuario la búsqueda de millones de imágenes, documentos y canciones con las que comparar el material propio. En los últimos meses, La Forma del Agua de Guillermo del Toro, la ganadora de Eurovisión o el discurso de Melania Trump han sido sospechosos de este delito. En la copia fraudulenta de textos, existen diversas herramientas de detección.

Copiar y buscar

La opción más sencilla, rudimentaria y al alcance de todos es copiar y pegar el párrafo sospechoso entrecomillado en un buscador de internet para encontrar la página o documento robado. Si no se entrecomilla, también se puede encontrar un fragmento plagiado que haya sufrido ligeras modificaciones. Esta técnica no es útil para el ámbito profesional o académico, porque no detectará robos de documentos no accesibles al público virtual general. Además es un proceso muy lento, ya que se debe hacer con fragmentos de texto breves.

Estilometría

Otro recurso empleado es la estilometría, que analiza los rasgos de la escritura para detectar similitudes de estilo con el autor plagiado o cambios bruscos de redacción en el texto en sospecha. Para usar esta técnica es preciso un análisis detallado del texto o un amplio conocimiento del estilo del autor original.

Citaciones

En ocasiones, el plagio se da en fuentes ya citadas en un documento. Estas se pueden analizar para comprobar si hay similitudes con el nuevo documento. No es el caso del TFM de Carmen Montón, pues las fuentes copiadas no estaban citadas en el documento de la ministra.

Programas virtuales

Los programas virtuales se encargan de automatizar el trabajo manual de detección de fraudes. Gracias a las extensas bases de datos y al uso de algoritmos, revisan los distintos tipos de plagio, tanto si se ha copiado y pegado de una sola fuente como si se han cambiado palabras clave por sinónimos o se ha compuesto un texto a partir de fuentes diferentes. Estos programas están accesibles online. La mayoría son de pago o requieren un vínculo con alguna institución educativa inscrita.

Las universidades suelen trabajar con este tipo programas específicos. Con ellos, los profesores pueden analizar de forma rápida y efectiva cualquier trabajo de sus alumnos sospechoso de fraude. Por ejemplo, la Universidad Complutense de Madrid (UCM) trabaja con Turnitin, página especializada en trabajos académicos y que cuenta con más de 500 millones de documentos. La Universitat de Barcelona (UB), por su parte, utiliza la danesa URKUND en su campus virtual. También la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), donde Carmen Montón —como Cristina Cifuentes y Pablo Casado— cursó su máster, también dispone de una herramienta virtual antifraude: Unplag, que dispone de un acceso a más de 40.000 millones de páginas web, archivos educativos e institucionales.

Fuente: www.20minutos.es

 

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