Adiós al horario de oficina, llegan los perfiles digitales

Aunque el talento también se externaliza y la retribución por proyecto es una modalidad de trabajo cada vez más frecuente, Europa y Estados Unidos están experimentando un crecimiento en la demanda de expertos digitales muy por encima de la oferta. Las empresas se enfrentan al reto de buscar y gestionar perfiles flexibles. Pero, sobre todo, al desafío de conservarlos.

La nueva realidad del mercado laboral está integrada por profesionales freelance, teletrabajadores y trabajadores de la llamada gig economy, el término inglés para referirse a los empleos esporádicos ligados a la tecnología y a la economía online. Existen “millones de personas que combinan diferentes fuentes de ingresos y conforman sus vidas a través de una amplia variedad de relaciones laborales no convencionales”, según el estudio El mercado laboral digital a debate, de la Fundación Cotec.

Aunque en la Unión Europea la mayoría del empleo sigue siendo convencional, las modalidades que no lo son crecen rápidamente. Entre las personas de entre 29 y 35 años, este tipo de trabajos ha pasado de suponer el 23% al 32% entre 1995 y 2016, según el Resumen de nuevas formas de empleo 2018 de la Fundación Europea para la mejora de la vida y de las condiciones laborales (Eurofound).

‘Millennials’, una generación con otras prioridades

Las plataformas digitales que intermedian entre oferta y demanda empiezan a extenderse para cualquier tipo de trabajo. Las más conocidas por su presencia en las calles son Glovo, con los repartidores independientes, o Uber, en el sector del transporte urbano, con los conductores. No obstante, existen plataformas para todo tipo de trabajadores y necesidades. Según recoge el informe de Cotec, el abanico abarca “desde los microtrabajadores en plataformas de microtareas online, como Amazon Mechanical Turk”, hasta “soluciones digitales para la contratación de freelancers y trabajadores de cuello blanco (diseñadores, traductores, programadores, directores de proyectos, expertos en ciberseguridad, etc.), como UpWork, Freelancer o Malt”.

Estas tendencias laborales se alimentan, además, del espíritu de los millennials, que en una gran proporción anteponen cuestiones como el desarrollo personal y la flexibilidad al salario. “Tienen grandes expectativas para trabajar en su propio horario”, según los autores del texto mencionado. Además, “califican el equilibrio entre vida-trabajo como lo más esencial, muy por delante de la seguridad en el empleo”.

Aunque existe una fuerte tendencia a externalizar servicios por parte de las empresas, el talento innovador se cotiza caro. Uno de los grandes desafíos de las compañías consiste en descubrirlo y retenerlo como factor esencial de competitividad. Las funciones de limpieza, seguridad, atención al cliente y ciertas áreas de gestión se perfilan como candidatas a la externalización, pero se barajan menos las labores relacionadas con el mundo de las ideas, la innovación y ciertas áreas del conocimiento. Frente a la tendencia disgregadora en muchos campos del mercado de trabajo, se libra una batalla por la atracción de perfiles creativos.

Cada vez son más las grandes empresas que establecen sus propias formas de detección de talento para nutrir sus equipos. Banco Santander, por ejemplo, ha puesto en marcha la primera edición de su programa Santander Talentour, que concluye este mismo mes de noviembre y se propone encontrar el mejor talento en las universidades españolas. Entre las múltiples actividades que se han organizado figuran ponencias sobre data sciencebig data, tecnología o procesos de selección, pero también foros, encuentros de programadores o hackatones y Talent Days.

Según afirma el banco, el programa se orienta a “jóvenes con competencias técnicas de estudios de la rama STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas)”, que cuenten además con “otras habilidades fundamentales, como capacidad de trabajo en equipo, competencias de comunicación, capacidad de aprendizaje y, sobre todo, mucha proactividad y motivación”.

Nuevas reglas de juego

Las cifras certifican que el paro y la precariedad en el empleo son una realidad de la economía española: 3,2 millones de desempleados y una tasa de temporalidad del 26,4%, según el Informe Trimestral de Análisis del Mercado de Trabajo de septiembre de 2019. La fragmentación del mercado laboral fomenta las relaciones esporádicas e intermitentes entre trabajadores y empleadores, que facilitarán las plataformas de trabajo digital.

De acuerdo con El mercado laboral digital a debate, el estudio elaborado por Cotec, “este tipo de perfiles contará con varias fuentes de ingresos fluctuantes en vez de un único trabajo y un único pago”. Sin embargo, el análisis del panorama laboral español pone de relieve al mismo tiempo una necesidad importante para las empresas: conservar el talento.

Según Jorge Narváez, responsable de Selección del Centro Corporativo, la iniciativa Santander Talentour tiende puentes entre las universidades y el mercado laboral. “Permite acercar a estos estudiantes, de primera mano, junto con profesionales de negocio, los proyectos más innovadores que el Grupo se encuentra acometiendo en estos momentos, así como las oportunidades reales de empleo, con el objetivo de que identifiquen a Santander como un lugar atractivo para trabajar”, afirma.

A medio plazo, se trata de políticas que benefician a quien las implementa. Banco Santander ha recibido, por tercer año consecutivo, la certificación Top Employer Europe 2019, que reconoce la excelencia en las condiciones de trabajo de sus empleados, así como la contribución de la entidad al desarrollo personal y profesional de su plantilla. El banco ha obtenido este sello en ocho países europeos, entre ellos España.

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