La selectividad del próximo curso permitirá elegir entre Historia y Filosofía

Los estudiantes que se presenten en junio de 2024 a las pruebas de acceso a la universidad podrán elegir entre realizar el examen de Historia de España o el de Historia de la Filosofía. Este será uno de los pocos cambios que sufrirán las pruebas de selectividad el próximo curso, según el borrador de real decreto que ha elaborado el Ministerio de Educación. Este documento aún está sujeto a posibles modificaciones porque Pilar Alegría lo tiene que debatir con las comunidades autónomas en los próximos días antes de elevarlo al Consejo de Ministros para su aprobación definitiva.

El proyecto de decreto indica que la fase obligatoria de la Evau, la que puntúa entre cero y diez, continuará constando de cuatro exámenes, cinco en las autonomías con lengua propia cooficial. Tal y como ocurre en la actualidad, tres abarcarán las asignaturas comunes a todas las modalidades de Bachillerato y un cuarto evaluará la materia obligada de opción de cada modalidad. Y también, como ahora, cada examen valdrá un 25% de la nota.

El cambio viene exigido por la aplicación de la nueva ley educativa, la Lomloe, que retorna a la situación previa a 2013 (antes de la reforma del PP). El próximo curso recupera Historia de la Filosofía como asignatura común del segundo año de Bachillerato en todas sus modalidades. El ministerio, para no elevar los exámenes obligados a cinco (a seis en algunas autonomías), ha decidido mantener los actuales de Lengua Castellana y Literatura, Lengua Extranjera y materia de modalidad y que el cuarto, a elección de cada estudiante, sea bien Historia o bien Filosofía. Eso sí, la elección deberá hacerse con el propio trámite de inscripción en la Evau, antes de saber qué pregunta cada uno de los ejercicios.

105 minutos por examen

Tampoco sufrirá cambios la fase voluntaria de la Evau, la que los alumnos pueden utilizar para subir la calificación total, la que permite elevar la nota de diez a catorce. Los alumnos podrán examinarse adicionalmente de al menos dos materias de modalidad a su elección o de un segundo idioma extranjero o de la común no utilizada y, para el caso de que hayan realizado más de dos pruebas, los correctores solo tomarán en cuenta las dos con mejor resultado.

El sistema para la determinación de la nota de acceso a la universidad tampoco tendrá alteraciones. La nota, que deberá ser al menos de cinco para poder ingresar en una facultad, se formará con el 40% de la calificación de la Evau (que no puede ser inferior a cuatro) y el 60% de la nota media del Bachillerato.

La segunda novedad del decreto es que da más tiempo para la realización de los exámenes y para el descanso entre ellos. Los alumnos dispondrán de quince minutos más por prueba (de 90 minutos a 105) y de la misma ampliación en los descansos (de 30 minutos a 45). La razón es que los ejercicios, en línea con los nuevos currículos de la Lomloe, van a ser cada vez menos memorísticos y más evaluadores de la adquisición de competencias por parte de los estudiantes. Esto va a significar incorporar preguntas o ejercicios que requerirán de reflexión o resolución de problemas, que precisarán de algo más de tiempo para su correcta realización. La previsión es que en 2024 haya una pregunta o ejercicio de este tipo, número que aumentará en cursos sucesivos.

Este decreto se complementará antes del verano con las directrices que el ministerio dictará para tratar de lograr «homogeneizar» a partir de 2024 las pruebas en todas las comunidades autónomas, tanto en lo referente a los principales criterios de corrección como en los contenidos básicos y formato que tendrán los exámenes (los elementos principales de cada ejercicio).

Este junio, igual que el pasado

El borrador del real decreto que regulará la Evau de 2024 confirma que estas pruebas no van a sufrir cambios significativos hasta que en junio de 2028 se transformen por completo con la puesta en marcha de la nueva selectividad, con un cambio profundo de formato y contenidos que debe responder al nuevo modelo educativo competencial que implantará la Lomloe.

La selectividad de este curso, la que se realizará en la primera quincena del próximo mes de junio, será idéntica a la del año pasado y seguirá el modelo de mayor flexibilidad instaurado a raíz de las alteraciones en la normalidad educativa provocadas por la pandemia de coronavirus.

Una fórmula y una estructura que da más facilidades a los alumnos para obtener una buena nota, pues les permite elegir los temas que mejor se saben sin penalizaciones. Es el diseño que realizaron las administraciones tras el confinamiento domiciliario de 2020, que obligó a la suspensión durante meses de las clases presenciales, y el que se ha mantenido hasta ahora para evitar que los sobresaltos docentes de la pandemia pasen factura al futuro de esa generación de alumnos.

Fuente: www.heraldo.es

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